martes, 29 de diciembre de 2009

La banda de los poetas cagones

Siempre me ha parecido un enigma que muchos identifiquen la poesía con las musas, y el trabajo poético como una suerte de epifanía o diálogo cuasicelestial. Para mi la poesía se relaciona mas con la albañilería, mecánica o relojería.

El trabajo poético por tanto, está muy lejos de tocar los cielos y muy cerca de fermentarse como leche en el refrigerador. Nunca he escrito un poema de una sentada. Nunca. Un poema que empiece y concluya como noche de cantina y dominó -donde si bien hay oportunidad para dejar la mesa y orinar y prepararse un trago- el final habrá de llegar en algún momento.

Mis libretas de poemas, que es donde en primera instancia vacío los versos, están llenas de tachones y reescrituras y consideraciones inumerables, en ocasiones un sólo poema de diez versos puede abarcar veinte hojas para su elaboración. Puedo tardarme días, semanas o meses buscando el orden de los factores, que, en poesía, sí alteran el producto. Talacha chinguita corta pega borra conjuga acomoda aligera impacta musicaliza quiebra; la palabra es un vehículo moldeable seductor exigente colérico voluble y divertido.

Pero esas son sólo mis obsesiones. El trabajo poético es un estuche de artillerías variopintas. Conozco poetas que escriben en servilletas mientras comen o almuerzan y manchan cada estrofa de mole y caldo y verduras y salsa; y por supuesto, sus versos son de manufactura envidiable. Algunos prefieren inspirarse frente a un café, en horarios y días perfectamente establecidos. Lo hay que escriben en los papelillos que dan como propaganda en la calle, y al final del día juntan cada papel y forman el rompecabezas de palabras.

Por supuesto, los hay más extremos. Existen poetas o periodos de poesía en que la experimentación es necesaria. Por eso hay quienes escriben con sus fluidos (sobre una tortilla y luego se hacen un taco y se lo comen), o se paran de cabeza, o rezan cada nuevo verso, o escriben sólo mientras están en el baño.

Yo nunca escribo ni leo sobre el wc, pero un día escuché a un amigo quejarse de que en dicho baño no había nada para leer. No me reí, me pareció perfectamente lógico su reclamo. La poesía tiene que romper y tiene que estar ahí, donde sea capaz de sorprenderte, ahí, donde sea leída. Entonces, algunos recordarán aquel primer blo de su servilleta, donde se publicaron por vez primera estos bocetos,

Se trataba de pensar un verso en el trayecto de la mesa al baño de algún lugar público, la mayoría de las veces un restaurante. Entonces rayaba sobre el wc, tomaba una foto y el verso quedaba ahi para el goce o disgusto de los usuarios siguientes. Una trangresión efímera y a menudo concluída por la acción de la fibra y el estropajo.

Ahora, les regalo un poco de aquello:


"El eco es el disco rayado del tiempo"

 
"La intolerancia viste sin sostén"


"La resignación tiene muchos pretendientes"

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Cortázar, Salinas y el box

Vamos a ver violencia pactada, dice mi cuate Láctica antes de ponernos frente a la tele para ver el box. Acto seguido, podemos encapsularnos por horas en esas imágenes que incluyen a menudo sangre o situaciones límite.

Me gusta el box desde siempre. La culpa pudo haberla tenido mi abuelo que me regaló un par de guantes antes de cumplir los 4 años. Mi padre también contribuyó al asunto con una afición, si no disciplinada, sí certera para saber dónde estaba sucediendo, o por suceder, una buena madriza pactada (y mejor aún, televisada).

Supongo que me parecía atractiva la posibilidad de ver, lo antes posible, a un fulano azotar en la lona producto de un puñetazo certero. Ahora, me gusta el box por su capacidad estratégica, por lo que sucede y se dice en las esquinas entre round y round, por la preparación, los meses previos a una pelea. Los buenos púgiles son inteligentes arriba del cuadrilátero; minan de a poco a sus oponentes.

Si Cortázar utilizaba la analogía del box para explicar el cuento y la novela, podríamos hacer lo mismo en sentido inverso. Los boxeadores grandes, son aquellos que, como los buenos relatos, te envuelven en su estilo, te cogen de la mano a lo largo de varios minutos y en una espiral de sorpresas; para acabar rematando con el único final posible.

La primera vez que me subí al ring de un gimnasio fue hace unos 11 años. Llevaba entrenando 3 meses y me dejaron "ponerme los guantes". Peleé, o más bien me pelearon, un round completo, es decir, tres minutos de dar y recibir golpes. Quedé molido. Ahora que me dio la crisis de los 30, corrí a un gimnasio y soy muy feliz sacando el estrés. Hace una semana me trepé al ring. Aguanté sólo un minuto. Un madrazo casi, casi me saca el cerebro por los ojos: decidí que más de sesenta segundos eran un riesgo para mi hígado y una amenaza seria a mis pulmones.

Hace tiempo que veo en el box una posibilidad de éxito editorial. Hacer una novela que revele ciertas respuestas a las preguntas del México contemporáneo: ¿quiénes somos, de onde venimos y a ónde vamos? ¿hubo fraude en el 88? ¿por qué el catarrito se convirtió en catarrote? Un título tentativo: Salinas y el Púas Olivares: conversaciones predecembrinas.

Así de barbas.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Una historia Sebácea

Tengo una oreja dentro de una oreja, o sea, que en estos momentos, tengo tres orejas y no por eso escucho mejor. Y no, no es adivinanza ni moraleja ni sentencia moral. Uno tiene que cuidarse de las pequeñas bolitas de grasa que salen en el cuerpo, sobre todo si esas bolitas comienzan a crecer y a crecer y a crecer hasta casi tener personalidad propia.

Un día desperté con una bolita de grasa en el lóbulo y la sentí como una hija,  como un miembro más de la familia, de inmediato la hice sentir cómoda y le procuré un ambiente cálido para su desarrollo. Y así, de esta forma, mi Bolita se emancipó (ignoro si se reprodujo), rozagante, fuerte y bien alimentada.

Tengo que admitir que, por un tiempo, compartimos cosas importantes. Pero fui ingenuo, mientras yo creía que estábamos construyendo algo, una relación quizá; mientras yo le confesaba mis planes más íntimos, o la fregaba con cremita, o ignoraba a todos los que me aconsejaban pincharme el lóbulo para apartarla de mí, mientras eso sucedía, ella se independizaba.

Ahora se, que los Quistes no tienen ni memoria ni palabra.Hace poco, de la nada, alcanzó una especie de mayoría de edad que evidenció su presencia. Antes era sólo percibida a través del tacto, desde hace unos días, como ya dije, tengo una oreja dentro de la oreja.

No puedo dormir de lado porque recostarme en ella es muy doloroso. Tampoco he podido ir al box porque no voy a dejar que cualquier pendejo la desmadre con un volado de derecha, peor aún, que se le ocurra aplicar la Maik Taison.

De hecho, quiero quedarme con ella.  No bajo estas condiciones porque eso tendría implicaciones serias, ya saben, pagar dos asientos en el transporte o dos boletos para el cine. Afortunadamente, el doc me dio unas pastillitas que funcionan de maravilla, pronto será tan pequeña como para sacarla y encriptarla sobre un grano de arroz que colgará en mi pecho.

Así de barbas.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Las salchichas o Pedro Infante

Fui a una secundaria pública y técnica, de esas de uniforme café y que surgieron con la idea de que los alumnos tuviesen una carrera u oficio al egresar. Mi escuela, entre pueblerina y barriobajera, daba la opción de escoger entre 4 talleres: carpintería, plomería, costura y conservas de alimentos.

Desde un principio, la idea de ponerme un delantal y hacer mermeladas y quesos y cremas y chorizos y demás chingaderas por el estilo, me resultó demasiado atractiva. Así que no dudé en solicitar mi ingreso al grupo de las "cocineras" y vislumbrar mis tres años de educación secundaria, entre almíbares y chocolates.

La primera semana de clases fuí solicitado en la oficina del subdirector. Toqué la puerta:
-¿Alumno Isteri?
-Sí.
-Siéntate hijo.
-Gracias.
-¿Sabes por qué te llamé?
-No
-Es que estábamos leyendo tus papeles y creemos que hay unos errores así que queríamos preguntarte.
-Dígame.
-Verás, como sabes Isteri, en la escuela hay 4 talleres, 2 de ellos para hombrecitos, y 2 para mujercitas.¿A ti te gustan las mujercitas verdad?
-Sí, respondí.
-Bien, creo que entonces tu taller debe ser carpintería.

Y así fue como incursioné en los artes de Pepe el Toro. Por supuesto, fue un martirio cargar, tres veces por semana, durante tres años, tablones de madera que luego se volvían muebles malhechos, chuecos o inservibles. Durante ese tiempo, mis compañeras de grupo presumían las natillas y los betunes, y para mi eran un misterio la amalgama de olores que salían de su taller.

Nunca supe por qué no la armé de pedo, por qué no dije miraweymétetelaputacarpinteríaporelculode ida y vuel-ta. Creo que a los 12 años de pronto no se sabe lo que es correcto. Supongo que alguna culpa sentí por mis "afeminados" gustos.

Pero me he desquitado y aprovechado el tiempo. No hago conservas pero meterme a la cocina me causa entusiasmo adolescente y la merita verdad es que tengo un par de especialidades pa chuparse los dedos. Ustedes traigan el vino.

sábado, 31 de octubre de 2009

¿Y dónde quedó el anulista?

Hace 4 meses fueron las elecciones para renovar el Congreso. Paralela a las campañas de los partidos políticos, todos recordamos la campaña que llamaba a votar nulo, es decir, ir a votar por nadie o por todos bajo una serie de argumentos que iban desde un intento de reflexión sesuda, hasta frases provenientes del meritito hígado.


Nunca estuve a favor de dicha campaña, lo dije entonces y lo digo ahora, eso fortalecería a los partidos qué tenían capacidad de acarreo. Y sí, eso se demostró al ver a la aplanadora priísta pasarnos por encima, la misma aplanadora que ahora aprobó, junto al PAN, el aumento de impuestos. La izquierda en el Senado votó en contra de dicho aumento...¿pues no que todos eran iguales?


Sin embargo, también dije que era comprensible el descontento de la ciudadanía ante unos partidos que no los representan del todo, decir que no los representan nada también me parece otra de esas frases rimbombantes pero huecas, ellos son un poco nosotros, y nosotros somos un poco ellos, la clase política emerge del seno de nuestra sociedad, muchos son nuestros vecinos, sus hijos van con los nuestros a las escuelas o nuestra tía es su secretaria. Alguien me decía que estaba hasta la madre de que los políticos rateros le robaran sus impuestos, que por eso procuraba evadirlos. Ah chinga, dije, y nomás los políticos son rateros? cómo se llama eso que tu haces? Ahh claro, pero tu sí tienes permiso porque no eres político, se me olvidaba.


Siempre creí que la importancia del Movimiento Anulista radicaba en su capacidad para sobrevivir más allá de las elecciones, para organizarse y seguir dando la batalla. Me daban un poco de curiosidad y zozobra  aquellos que pensaban que el activismo social, que las luchas para transformar la situación, las batallas concretas, pueden ganarse con dos mensajes de twitter y un test en el facebook. 


Para quienes llevamos años en el asunto político, para quienes hemos visto a feministas, homosexuales, madres solteras, sindicalistas, defender sus derechos por años y años, con un compromiso más allá de modas o necesidades de atención, el futuro comportamiento, por demás predecible de la mayoría de los anulistas, nos dejaba un mal sabor de boca.


`Por supuesto, existe como siempre, gente verdaderamente comprometida y en pie de lucha.Ahí están los integrantes de la Asamblea Nacional Ciudadana, que justo ahora promueven una baja al presupuesto a los partidos. Sin embargo, son pocos, muy pocos y en nada se acercan a ese 5% que decidió no votar por nadie. Supongo que los demás deben estar festejando el Jalowin, es lo que está de moda hoy.


Felices días de muertos a todos los anulistas.

domingo, 18 de octubre de 2009

De cómo Brad Pitt baila con Ganesha

Resulta que no había descubierto la televisión ni los buenos portales para descargar pelis en internet. Soy algo anacrónico, ideatico y obseso en algunas cuestiones, me gusta tener espacios, aunque sean rincones pequeños y cuasi desamparados, desgidnados para biblioteca, otro para filmoteca y otro para discos y cds. La sola idea de almacenarlo todo en una compu me estresa y quita las ganas de disfrutar del contenido.

Pero en días recientes, y como añadido a la metamorfosis de dinámica laboral que sufrí recientemente (y de la que he dejado constancia a cada post de este blo) tuve los minutos suficientes para explorar ese marivilloso mundo llamado tv mundial por internet.



De inmediato me impresionó que en el Congo existiera un conductor como Marco Antonio Regil, nomás que en negro y con toga en lugar de esmoquin. No enetndí muy bien de que iba el programa pero era como un consurso en el que inervenían colmillos de elefante, la ONU y unos tipos que parecían animosos y amigables. En China existe un noticiero para conductores de bicicleta, se veía bastante bueno, parecía que daba alternativas de tránsito, recomendaciones para reparar el cacharro y ofertas que iban desde líquidos para encerar la bici, hasta localizadores tipo gsm.

Pero mi favorito fue sin duda el cine hindú. Descubrirlo es como caer de cabeza en Jolibud o iniciarse como espectador en un arte que creías erradicado. El exorcista, Sex and the city, E.T., Tarantino, todo, absolutamente todo tiene un doble, una imitación o una parodía elaborada por la industria del cine indio.

Una auténtica joya al menos para quienes apreciamos las producciones B, tan encantadoramente mal echas, tan kitch y bizarras que algún crítico francés podría comparar con el surrealismo más desnudo y vivaracho.

Me voy, acabo de bajar algo que se parece a Nosotros los pobres, ya veremos. Así de barbas.

domingo, 11 de octubre de 2009

Atrapado

Me gustan las historias de confinamientos sin importar su estatus de veracidad. Pueden ser novelas o pláticas de mi abuela, notas periodísticas o pesadillas diurnas tras la siesta de mediodía.Confinamientos, encierros, enclaustramientos físicos o mentales me parecen atractivos porque en su mayoría son resultado de situaciones límite, me explico:

contaba la leyenda familiar de un amigo cercano, que cierto día la matriarca de la estirpe, la abuela o bisabuela, decidió encerrarse en un pequeño vivero tras indetificar un presentimiento de muerte. Así sin más, comía ahí dentro, cagaba en una bacinica y dormía en una colchoneta que algún sobrino tuvo a bien colocar cuando por fin entrendió que la señora había decidido pasar sus últimos meses (fueron 2 años) a lado de sus plantas.

también está el relato de la esposa de mi tío, que tras descubrir en flagrancia la infidelidad de este, sólo atinó a encerrarse en la camioneta a llorar. Permaneció ahí dos días y dos noches con la mirada perdida en el vacío, ignorando por completo los ruegos de sus hijos y la curiosidad de los vecinos.

en literarura hay mucho material. El encierro como metáfora  parece atrer demasiado a escritores y escribanos. Recuerdo de botepronto relatos clásicos como Casa tomada, y en materia de letras mexicanas me vienen un par de novelitas de más o menos reciente manufactura con temas parecidos. Me refiero a El cementerio de sillas de Alvaro Enrigue, cuyo personaje principal decide alcanzar el Nirvana mediante el encierro en una habitación para comer pizzas. O también está El sitio, de Nacho Solares, un relato claustrofóbico y apocalíptico.

Una vez, en mi adolescencia, quedé atrapado en un tinaco Rotoplás. Junto a un par de amigos encontramos la forma de cerrar la llave de paso y, a partir de ese momento, el lugar se convirtió en un refugio ideal para guardar cigarrillos, revistas pornográficas y demás enceres necesarios para sobrellevar la existencia antes de los 20. Un día se trabó la tapa conmigo adentro, y viví entonces una hora escalofriante que combinaba gritos de auxilio con referencias mentales al escapismo de Houdini.

Uno de mis mayores deseos desde la niñez es quedar atrapado en un centro comercial durante toda una noche, recorrer los pasillos y dormir a pierna suelta en el área de alcohol o lencería femenina. Así de barbas.

lunes, 5 de octubre de 2009

Foto síntesis

Es sorprendente cuán importante es la luz para nuestros ciclos vitales. Ya se que digo una obviedad, y que son cosas que se aprenden desde que usamos lonchera y cantamos honores a la bandera. Pero no dejan de sorprenderme ciertas cosas, como por ejemplo, el cambio de humor que genera en mi, la salida del sol, la luminosidad.

En general, soy una persona que prefiere el frío, los días frescos otoñales muy próximos al invierno. Pero tengo que reconocer que el sol me provoca júbilo, un ansia inexplicable por la fertilidad (que no necesariamente el apareo), que me orilla a hacer las cosas que concibo durante las tinieblas.

No en vano, pienso, algunos países nórdicos que reciben menos luz solar tienen un mayor índice de población con síntomas depresivos. Hace poco inicié mi cultivo interior de chiles en nogada y es increíble la cantidad de luz que necesitan: lamparota super extra potente acompañada de música de M.

Tengo una amiga que jura y perjura que a raíz de su visita a una cama de bronceado le aumentaron las ganas de tener un hijo. Yo por mi parte, he puesto una luz roja de congal en la sala de miminidepartamentito, con ello espero obtener alguna metamorfosis corporal de baja escala (porque la potencia es pequeña), tal vez me crezcan las pestañas o me salgan pistilos en las piernas. En fin.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Isteri way of life

Estoy acostumbrándome a esta nueva vida de ritmos pausados y relojes con noventa segundos. Llevaba años queriendo hacer lo que hago ahora: tener tiempo suficiente para leer y escribir, escuchar noticias prácticamente todo el día, beber café y cerveza, y fumar mientras trabajo arropado en una soledad precisa y necesaria, resquebrajada a momentos por los buenos amigos y los maullidos de Matussa.

Comienzo a acostumbrarme a esto, a encontrar los nuevos ritmos. El agua no hierve a la misma temperatura cuando tienes prisa que mientras duermes. Antes, solía escribir en este blog en las noches, cuando llegaba exhausto del trabajo y era difícil priorizar entre quitarme los zapatos o encender la computadora. El blog era una fuga.

Ahora soy incapaz de escribir una línea aquí si antes no hago la pantomima de ir al trabajo y regresar para auto engañarme. Una barbaridad lo que hace uno por escribir.

Nunca he domrido demasiado. Ahora que quemo menos calorías necesito descansar menos, al parecer. Me son suficientes cinco horas. El resto de las diecinueve ponen a prueba mi capacidad para combatir el ocio. Estoy volviendo a cocinar, a reordenar mis libros y a ver series de televisión como desesperado. A veces me duran un par de día las temporadas completas.


Estoy por empezar la tercera temporada de Weeds, una comedia cagadona sobre una traficantita de yerbabuena. La serie tiene sus claroscuros, es un poco cursi y de pronto el mundo de la marihuana sólo es el pretexto para desatar pasiones ramplonas, eso diría si estuviese de malas, pero como estoy de buenas, voy a decir que tiene lo suyo, te comes las uñas y está bien ambientada.

Las series son lo único que me queda porque ya no tengo sky y Matussa ha comenzado a comerse la antena de la televisión. Lo hace durante ese par de horas en el que duermo de verdad, un día de estos se va a dar un toque en el hocico.

jueves, 20 de agosto de 2009

Maradonianos

Diego nuestro que estás en la canchas

santificada sea tu zurda, venga a nosotros tus pases. H

Hágase tu magia tanto de local como de visitante,

danos hoy lo goles de cada día, perdona alos periodistas así como

nosotros perdonamos a la mafia napolitana, no nos dejes caer

en off-side y librano de la FIFA y Joao Abelanch

Diego

"El Diego nuestro" de la Iglesia Maradoniana


Tengo la sensación de verme al ombligo eternamente. La verdad es que el ocio me mata un poco y eso de escribir para comer no me deja ganas de escribir para matar el ocio, que es la razón principal por la cual escribo siempre.


Estuve pensando en unirme a un grupo de autoayuda disfrazado de taller literario, pero ya me conozco, y lejos de corregir mis versitos pedorros iba a teminar en la cantina con todos y cada uno de mis respetables compañeritos, y la verdad es que beber con literatos resulta poco estimulante a menos que alguien provoque una trifulca o insinúe actividades pudorosas.


También pensé en un club de papiroflexia para profesionales, pero antes tendría que unirme al grupo de papiroflexia para principiantes, y eso de ser el nuevo que invita las tortas no me gusta.


Me resigné entonces a ver películas por horas y días y semanas enteras. Fui a la esquina de Eje 3 e insurgentes y me atasqué de dvd piratas con titulitos pretenciosos que aliviaran la culpa. Entre los kurosaguas, los felinis y los felinos hallé lo que estaba buscando: Maradona, de Emir Kusturica.


El docu es bueno y tremendamente político. Me gusta descubrir a un Kusturica tan polifacético, que igual hace una película, publica discos nada despreciables y domina el balón como nadie. De Maradona se revelan otra cosas, pero la principal me parece, es su concepción política de izquierda (muy parca y sin matices, pero ahi está) la visualización del terreno de juego a imagen y semejanza de la política mundial. Para Maradona, la victoria de Argentina frente a Inglaterra en el mundial del 86 fue el triunfo subterráneo de las Malvinas, y la "Mano de dios" una suerte de justicia social, una broma, un divertimento "como sacarle la billetera a un inglés".


Aquí les dejo una probadita pa que se animen, con el soundtrat de Manu Chao.



lunes, 20 de julio de 2009

Hombre vs Pollo

Ayer por la tarde tuve un antojo incontrolable de alimento con sabor a hormonas. Tardé en decidirlo, pero una vez fuera de casa, supe lo que tenía que hacer: caminé hasta el KFC, compré una cubeta familiar de diez piezas de pollo (ensalada, bisquets y puré incluidos) con receta especial, pasé a la tienda por seis Coronas bien muertas y me instalé frente a la televisión con el firme propósito de no levantarme hasta ver el fin de las dos alitas, las tres piernas, la pechuga, dos muslos y otras partes que no supe distinguir (parecían cuernos o cola).

Para cuando llegó la hora de aullarle a la luna ya nomás me quedaba una pieza en la cubeta, media ensalada y 2 chelotas, pero me sentía realmente exhausto, pesado y sin ánimos de encontrarme de frente con algún avechucho de corral.

Hasta ahí todo bien. Dos horas después, el purgatorio me hizo una invitación a través de un ruido intestinal que, lo aseguro, nunca había tenido. Fue un crujido, una queja, una anunciación, ¡¡¡trompetas de guerra para mi barriga, marcha fúnebre de flora intestinal!!!

La batalla se inició oficialmente en la madrugada con la aparición de dos espasmos que me llevaron al baño. Intenté vomitar, pero la solución no podía ser tan fácil. No había fiebre, así que no había infección: pura, maldita y contundente indigestión. Un pinche pajarraco revoloteaba en mis entrañas y yo no sabía si sacarlo por delante o por detrás.

1 am: Tres espasmos, náuseas y ganas de ahorcar pollos.
2 am: Sentado en wc, no sale nada, ganas de ametrallar cualquier cosa que vuele.
3 am: Sudor frío, eructos con sabor a Coronel Sanders, ganas de torturar un pollo.
5 am: Delirios: aparecen picos y crestas... reflexiones ¿Por qué chingados la bomba no cayó en un criadero de aves de corral?

Casi veinticuatro horas más tarde reflexiono sobre cosas de la vida: ¿qué fue primero, el huevo, o la gallina? ¿Más vale pájaro en mano (panza) que un ciento volando? ¿ Por qué el pepto pone la lengua morada?

sábado, 18 de julio de 2009

Confesiones de un fanático de Bolaño a un partidario del desempleo

Una voz que surgió del vació interior
dijo que era estúpido. No hay señales para los muertos.
Otra voz replicó que me estaba volviendo santo. Así de sencillo
y de verdadero.
Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce
Roberto Bolaño y Antoni García Porta

Hace unas semanas que estoy oficialmente desempleado, extraoficialmente despreocupado y protocolariamente pobre. Yo en tu lugar mestaríacomiendo las uñas, me dicen unos, yo no podríadormir tranquilo, agregan otros. Afortunadamente, les digo, soy insomne y las uñas me las trago esté o no desempleado.

Por alguna extraña razón, que bien puede atribuirse al uso de drogas blandas, mis pensamientos se hallan más en las posibilidades para ocupar mi vida y mi tiempo en los años por venir, que en conseguir la chuleta y sacar para la renta.

Los ahorros disminuyen a la velocidad prevista y muy pronto habrá que inventarse algo para comer. Mientras, llegó el momento de confiar una vez más en la pluma y en las letras para llenar el vacío que deja todo proyecto cuando se acaba.

Les cuento entonces que las letras de Isteri iniciarán una nueva aventura, esta vez desde una trinchera más compleja y venenosa, pero también más atractiva y seductora. Me encuentro trabajando en la creación de un portal de noticias, un sitio a caballo entre el periódico de política online y la revista cultural. Es un reto me provoca cosquillas en la panza sobre todo por su fragilidad, porque habrá que tener un poquito de gracia y otra cosita para garantizar su existencia, para no mantener en la red un cadáver como los hay muchos.

Todo esto me ha tenido en una especie de aislamiento donde sólo han habido cotizaciones para páginas web, búsqueda de colaboradores, definiciones editoriales, comerciales, búsqueda de lana, pasa el sombrero por aquí y por allá, ráscale deste lado o deste otro, ven a platicar con este o aquel que son unos editorazos, métete a tal portal pa que veas lo que no debes hacer...en fin, ha sido tanto lo que mi cabeza necesita procesar que olvidé el aniversario luctuoso del buen Roberto.

Así es, el catorce de julio de hace seis años Bolaño falleció en un hospital de Girona, Cataluña. Ya todos sabemos la historia del hígado que nunca llegó y la obra cuasi terminada que dejó para su publicación. Curiosamente, no echo de menos a Roberto Bolaño el poeta-novelista (a ese lo tengo en mi librero), sino a Roberto Bolaño el personaje, el que se echaba un buche de mezcal Los suicidas para despotricar después sobre cualquier cosa que fuese despotricable, Así de barbas.

martes, 30 de junio de 2009

Matusalem y el Quijote

El sábado me paré una borrachera y llegué a casa con mascota nueva. En algún momento de la madrugada mientras caminaba por Reforma, me encontré casi de frente con Matusalem y lo llevé a casa. No puso resistencia para subirse al taxi y de inmediato ronrroneó y durmió en mi regazo.

Nos bajamos en el Oxxo, pedí una caguama y un wiskas y nos fuimos a casa.
El domingo fue día de comprar areneros y de calcular edades felinas y de baños con agua tibia. Todo perfecto hasta que llegó el momento de Cagar.

El buen Matusalem nunca había tenido un baño creo, o quizá sí y nomás por sus huevitos arañones tuvo a bien Mear, Cagar, Mear, Mear, Cagar (en estricto orden) en mi cama. Ahora duermo en el puto sillón, el colchón ya mero se seca pero huele a cloro y el depa está lleno de pelotillas con cascabel.

Énseñale a ir al baño, haz que rasque la arena con sus patitas, pónle el hocico en su calabaza y regáñalo, cántale rolas de Easmo Catarino, párate de cabeza, ya te chingaste, regresa al puto gato a la calle...en fin, las sugerencias para solucionar el problema fueron varias y muy variadas. Pero Matusalem se negaba a usar su arenero.

Intenté muchas cosas y cuando mi paciencia (de dos días) estaba por terminarse, encontré la solución. Le di una fumadita a un porro, le eché el humito a Matusalem y despues cogí un poco de yerba y la froté en su arenero. Sabía que aquello ayudaría a solucionar las cosas, pero algo faltaba.

Mi gato no puede cagar a gusto sin leer, supuse, así que corté una página del Quijote y la pegué junto a su baño, de tal forma que pudiese leer mientras se echaba un Keik.....¡¡¡Aquí es donde suenan las fanfarrías y todo mundo felicita a Matusalem por aprender a usar el baño (y con ello garantizarse una vida prangana a mi lado) y a su dueño por detectar las necesidades reales del bicho este. Así de barbas.

jueves, 25 de junio de 2009

The roaches have no king

Hace algunos años compartí el espacio vital con una colonia de cucarachas. Aunque se paseaban de forma más o menos campechana por todo el depa, no había duda que el cuartel central, el búnker, se hallaba en la cocina, tras el fregadero.

No supimos bien a bien cuándo nos ganaron la batalla, cuándo nos dimos por vencidos, pero en algún momento tanto mi Rumi como su Servilleta comenzamos a cederles terreno, a aceptar la supremacía hexópoda sobre nuestra vulnerable y lenta existencia en dos patas. Dejamos, por ejemplo, de cocinar en casa, de usar el refri.

Hubo intentos, más bien escaramuzas, para derrotarlas. Pero su velocidad de reproducción y nuestra lentitud para sanitizar la casa acababa con nuestro ya de por sí, escaso ímpetu. En pocos meses nos apalearon. Empezaron a salir de todas las esquinas, volteabas la cabeza y ahí estaba una pequeñita Blatela Germánica (supe que eran germánicas mucho después, cuando leí la novela del neoyorquino Daniel Evan Weiss que da título a este post) moviendo las antenas, pegada a alguna costra de alguna gota de cerveza derramada días antes en el suelo.

Un día nacieron varias dentro del horno de microondas. Supongo que la mayoría salió por los orificios que dan aire al motor cuando aún eran muy pequeñas. Pero una de ellas quedó atrapada y vivió ahí por muchos días.

Cuando las cucaracha nacen son blancas, pero apenas tienen contacto con la luz comienzan un proceso de muda donde se oscurece y fortifica la piel. Pero Mi Cuca tardó mucho en ver la luz, o quizá fue la radioactividad de su hogar (nunca dejamos de hacer palomitas, eso nunca), el asunto es que la cabrona creció albina.

Era algo hermoso invitar a los cuates a que vieran la Cuca atrapada en nuestro horno. Además, cual géiser turístico, la Albina nunca defraudaba a sus visitantes. Sólo era necesario prender el aparato y ella, puntual, acudía al encuentro. Le gustaba posarse en la puerta, atrapada entre un cristal y otro, dejando que la luz del horno pegara directamente en su cuerpo, lo que era un plus, porque permitía al visitante obervarle las entrañas.

Un día tuvimos que marchanos y ni si quiera fue por ellas, de buena gana me las hubiese llevado conmigo, pero atraparlas es complejo. No hubo despedidas ni reclamos. Antes de subirnos con el mudancero tiramos el horno a la basura, y ahí estaba ella, viendo al sol por vez primera.

viernes, 19 de junio de 2009

En el diván (o sex and the city)


-Deberías regresar a tu blog.

-Si regreso al blo, dejaría de venir contigo.

-Si crees que el ciberespacio es toda la terapia que necesitas, entonces deberías hacerlo.

-Te he dicho miles de veces que lo que yo necesito es una puta limpia, y pensé que quizá tu accederías...

-Soy sicóloga no curandera

- Y qué te cuesta sacar un maldito huevo del refri y pasearmelo por todo mi cuerpecito mientras dices palabras inintelegibles, de todos modos las dices, pues hasta la fecha no entiendo bien a bien que significa Muleta emocional o Super yo reprimido en la marginalidad de mi conciencia.

***

-Cuéntame qué has pensado estos días

-He pensado en comprarme una mascota. Pensé que un puerco espín o un mapache serían buena opción. Pero un gato es más barato. También pensé que "Triglicérido" sería un buen nombre para una revista de Moda y Literatura.

-Bien, me gusta que pienses en literatura.

-Sí, en la semana soñé a Carlos Fuentes comiendo un ceviche de pescado. Escribía una novela en servilletas, supe que era una novela y no un cuento porque llevaba varios paquetes gastados. A veces se le olvidaba y se limpiaba la boca o la nariz con el párrafo que recién concluía.

-¿Has vuelto a escribir?

-Nomás cuando el canal 4 no agarra bien, tengo que hacer las pases con los del sky

***

La gente no para de coger y de encontrarse inventarse renovarse antojarse lugares para hacerlo. Hace poco descubrí que en los baños de la gasolinera de Nuevo León e Insurgentes se coge a todas horas, nomás le falta el foco moradito o las cinco letras en la entrada. Primero pensé que sólo iban putas, después me di cuenta que nel, van morros de las escuelas cercanas (si es de día) y ñores con sus mujeres amantes o sus mujeres esposas por la madrugada, ¿quién empezó el jueguito, quién dijo ven reinita o ven reinito vamos a darle aquí porque ya se me erizaron las hormonas? más aún, cuánto cobrarán los empleados de la gasolinera por echar aguas, y quizá no sólo aguas, (prometo averiguarlo muy pronto, se aceptan invitaciones). De cualquier forma, si esto digo no es para que usted, barbón lector, se espante o denuncie o ande de mironsillo, no no, es para que haga lo propio en su gasolinera más cercana, en la esquinita de su ofi, en el parquesito cuano va a correr, ps total, poquito de placer en cualquier sitio le pone la sonrisa a uno todo el día, que no?

jueves, 7 de mayo de 2009

El atún y yo

Una lata de atún es un arma poderosa si la ponemos en manos incorrectas. Hace algunos años me tocó ver el potencial destructivo de un diente de latón afilado en poder de un pacheco con ganas de comer toda la noche. En cuestión de segundos, la promesa de ensaladilla rusa se convirtió en un pulgar desprendido de la mano al 40 por ciento, en un alto surtidor de sangre que el viento arqueaba, en gritos de ardor primero y de desconcierto después.

Media hora antes, nuestro personaje y anfitrión de la fiesta en turno, había despedido a toda la tropa de buenosparatodo que habíamos sobrevivido la parranda. Lo hizo de un modo singular, derrochador y agradable: sirvió tragos hasta el tope, forjó varios churros de marihuana y picó un puñado de líneas de coca sobre la mesa de centro, de modo tal que no hubo alma en pie tras unos minutos.

Tomamos un taxi cuyo despistado conductor supo de nuestro problema varios kilómetros después, cuando la sangre que escurría por el piso del Mercedes (Barcelona) llegó hasta el acelerador. El hombre quizó bajarns en la esquina próxima, no sin antes hablar a una ambulancia para que viniese por nosotros.

-Qué amable es usted don Conductor, nomás que fíjese que no puedo aceptar tan amable oferta porque estoy que me carga la verga de miedo, además traigo a un pinche poeta, promesa de las Grandes Ligas de la Poesía, porque ha de saber usted que en cuestión de versitos también hay jugadores que son pa equipo de filial, otros que se compran la manopla pal fin de semana, otros más que...

-¡Su amigo ya llenó todo el piso de sangre!

-Y lo peor es que no me duele nada.

-Con lo que te metiste te dolerá hasta el año que viene.

- Bueno señores, habrán de disculparme pero tengo que bajarlos aquí...

-No pinche mame, si nos baja cargará en sus hombros la culpa de un poeta que ahora será mocho, situación que repercutirá en la poesía española, porque lo que podría ser un gran poeta nihilista, o bien, un gran poeta romántico, por su culpa podría convertirse en un poeta que sólo habla de su dedo perdido, en andanadas de versos cursis o estrofas oscuras donde interviene la sangre y la cirugía estética...

Nos bajamos del taxi cuando se despedía el sereno. La ambulancia venía en camino y al dedo del poeta se le veía el hueso. Me prendí un cigarrillo con un poco de hash. Fumamos los dos. Yo esperaba el inminente desmayo y hasta una convulsión, vayan ustedes a saber. Nada de eso sucedió. En cambio, llegó una ambulancia y todo salió bien. El poeta tiene el dedo extraño pero no hace versos sobre él (o al menos sus simbolismos se me escapan) y mi me dieron un folletito sobre alcoholismo al salir de la sala de emergencias. Lo leí todo y no entendí nada, no había personajes interesantes, ni dibujitos chidos.

Así de barbas.

viernes, 24 de abril de 2009

La venganza de los puercos

Desde que se declaró la alerta sanitaria por la gripe porcina, me he dado a la tarea de investigar con seriedad el asunto. Debido a mis amplios contactos en el mundo de los puestos de carnitas, de mi conocimineto de los jamones y de mis investigaciones realizadas acerca del orgasmo de los marranos, es que tengo información y contactos priviliegiados.

La historia es la siguiente: Hace ya un par de años un grupo de puercos rebeldes se dio a la tarea de organizarse con una finalidad: evitar su extinción y propiciar el fin de la raza humana. Para ello, ensayaron tácticas de guerra y asalto por mucho tiempo: mejoraron la calidad de sus cisticercos, de sus pelos (por eso ahora es más común encontrar pelos en el chicharrón -sin albur-) y engañaron a los pavos haciéndoles creer que sus embutidos eran más ricos y nutritivos.

Lo de la gripe, como muchas cosas de la historia, fue una coincidencia. Todo empezó cuando uno de los miembros más activos de la guerrilla porcina falleció de una congestión nasal. Su nombre era PUERCO-T y su cadáver fue cocinado y deborado en un comedor gratuito del GDF. He aquí la imagen.

Las personas que comieron a PUERCO-T enfermaron al instante. Los síntomas: estornudos cuya onomatopeya podría expresarse así: "achuuoooooinkk", lagrimeo con sabor a salchicha y delirio de ser Chuleta producto de la fiebres elevadas.

Hace unas horas recibí una llamada sospechosa donde se me invitaba a realizar una entrevista exclusiva. Se me dieron las coordenadas del sitio y acudí presuroso. Llegué a lo que parecía un rastro, sin embargo, cruzando el primer umbral me di cuenta que estaba en el lugar correcto. Cientos de puercos discutían las acciones a seguir y los primeros resultados de su ataque.

Escuché la discusión unos minutos y posteriormente me condujeron a un hermoso jarín donde se me dio la instrucción de esperar. Se me despojó de todas mis pertenencias y me comunicaron que sólo tenía derecho a tomar una foto. Un rato después, me encontraba ante PUERCO-MANDANTE, el líder de la organización.

He aquí, extractos de la entrevista:


Don Isteri: En qué momento se encuentra el Movimiento de los Puercos Rebeldes.
Puerco-mandante: El momento es una instancia temporo-espacial que los puercos desconocemos.
Don Isteri: Ok ok. Entiendo. ¿Existen células rebeldes en todo el mundo?
Puerco-mandante: No. México es estratégico debido a nuestro desprecio por Frida Kahlo.
Don Isteri: ¿Tienen alguna relación con el Movimiento de los Bien Portados que se reúne los jueves en la cantina Covadonga y que en su momento se planteó la revolución?
Puerco-mandante: Los conocemos, sabemos quiénes son, pero no repetiremnos sus errores.
Don Isteri: ¿Suadero o pierna de pavo?
Puerco-mandante: Palomitas de maíz.
Don Isteri: Hablando de Rayuela, qué prefiere usted, El de acá o el lado de allá.
Puerco-mandante: Últimamente lo único que leo son los menús de los restoranes y siendo sincero, prefiero los postres.
Don Isteri: Gracias, susn respuestas han sido esclarecedoras.

lunes, 20 de abril de 2009

Los versos de cada día

La locura, la muerte y el amor,
¿De cuál de estas tres cosas ha habido más en su vida?
Roberto Bolaño: Espero de todo corazón, que haya habido más amor


La acumulación de Horas-nalga-escritura arroja algo más que versos medianamente escritos o cuentitos regularsones o novelillas publicables. Cuando se practica la escritura de manera constante; mal, bien o regular, pero de manera constante, los folios, los versos, las tramas que se desechan, las estrofas que se malogran, las ideas bosquejadas que se olvidan, son más, mucho más, que aquellas que" llegan a la meta".

A nadie debe espantarle eso. Es un símil de la vida, las cosas que se bienlogran son menores en número que las que se van a la chingada, aunque estas últimas carecen de esplendor y glamour. Pero no deja de asombrarme que la carpeta de "Cuentos buenos" de mi compu sume la cantidad de diez, y la de Basura literaria, algo más de veinticinco. Proporciones similares con la poesía.

Soy un obseso de los cuadernos de notas. En ellos apunto toda clase de ideas, estructuro pensamientos, juego con palabras sin sentido hasta que adquieren un camino viable en la hoja. Muy de vez en cuando siento la necesidad de rescatarlos y mirar con nostalgia las letras del pasado. Hasta el momento, ninguna de aquellas viejas ideas me ha seducido para reelaborarla, redimensionarla o continuarla. No obstante, tienen un valor valoroso e invaluable (debarbas)

Hoy supe que esos cuadernos ya no están conmigo. Algún mudancero guei con aspiraciones de Oscar Wilde tuvo la suerte de hallarlo al fondo de su troca en mi última huída y ahora lee mis versos por las noches; o quizá cayeron, se desfondaron de alguna caja repleta de libros a mitad de la calle y sus hojas se tiznaron y se rompieron y fueron llevadas por la rueda de algún auto (que pensándolo bien, es el destino perfecto para un cuaderno de versos) y luego otro y otro más hasta desaparecer.

Me quedé sin pasado literario. La idea me atormenta pero emociona. Es una excelente oportunidad para echar raíces de nueva cuenta, una excelente oportunidad para mentirme y reelaborarme como contador de historias, como hacedor de versos.

Lo mismo con la vida. A veces uno extravia los cuadernos de viaje, o los olvida a propósito, y empieza a escribir una nueva novela.

domingo, 12 de abril de 2009

Divagaciones en domingo

En el espacio de un dolor
cabe todo el olvido
Juan Gelman

Hoy leí un pequeño ensayo de Borges en el cual refuta a Nietzsche sobre la idea del etorno retorno, y de que todo es cíclico en la historia y que tarde o temprano las cosas se repetirán, una y otra y otra vez como un plei list de sucesos que no para de tocarse.

Eso querría decir que nuestro parto habría de repetirse en algún momento del tiempo, y no sólo nuestro parto, sino todas y cada una de esas causalidades que nos hacen ser quien somos, las veces que hemos sentido miedo, amor, placer, odio; cada una de nuestras tragedias y comedias reinterpretándose en el escenario de lo que llamamos Historia.

La idea del tiempo cíclico se basa en la premisa de que la materia es finita, inmensa, pero finita, y que por lo tanto sus interacciones, que son a la vez nuestras interacciones, y las de él y las de ella, tienen un número también finito, enoooorme pero finito, de posibilidades de llevarse a cabo.

El mito es atractivo porque juega con varios arquetipos y lugares comúnes: la reencarnación, la eternidad, la cuántica, la nostalgia (que es el recuerdo sin el estorbo del tiempo), el presente fugaz, etc. Sin embargo, Borges destroza el argumento con frialdad inquebrantable. Dice que dichas posibilidades (del tiempo cíclico) son tan vastas que, aunque concebibles matemáticamente, resultan inasibles para nuestra limitada visión del espacio y el tiempo.

Me parece que la fugacidad tiene su valor. Me atrae más la idea del instante no atrapado, el momento único e irrepetible en que el roce de la Materia (sobre todo si esa materia tiene tus piernas y tus caderas y tu nariz) nos provoca el goce.Todo es instante, tiempo y espacio mínimo; y es através del instante que tenemos memoria y la memoria es nuestro único pasado.

Me amaste por un instante y ahora recuerdas que me amaste toda la vida; lloraste una tarde de lluvia mientras tejías un suéter y una gota se filtró por la ventana y resbaló por tu mejilla, y desde entonces, ese momento inasible se vuelve todos los momentos, y las lluvias en la ventana siempre te ruedan agua por el rostro.

lunes, 6 de abril de 2009

Cruda moral, cruda Lachapelle

Fui a ver la expo de Lachapelle. San Ildefonso me gusta, pero no es para un artista como él; es como exhibir un vestido Carolina Herrera color pistache en un precioso armario barroco de madera de cedro. O sea sí, los curadores hicieron lo suyito pero Lachapelle era para presentarlo en algo, algo más....gay?

Por lo demás, las fotitos rifan pero no me llevaron al éxtasis, un par quizá dos pares me cimbraron por su estética en general; el manejo de colores, el montaje escénico, las expresiones de los modelos; pero no encontré al genio surrealista de la fotografía, al crítico desvergonzado del capitalismo, al ábransechavos porque ya llegó Lachapelle, naaa.


Me gustó esta por los detalles bien chiditos, la cafetera italiana al fondo y dos huevos, a huevo¡.


Despuesito empezó el show. Me fui a comer un chilote en nogada y terminé extrasupermegaborracho, no por el chilote sino por los tequilas y las cervezas con que me desatoré el asunto. Hasta ahí digamos que todo en orden. Salí del lugar como a las 5pm y lo siguiente que recuerdo fue despertar como a las ocho de la mañana en una cama que no era la mía, desnudo de cabo a rabo, medio tapado con una sabanita. De inmediato verifiqué la integridad de mi trasero y billetera: El primero intacto (jeje), la segunda inexistente.

Después reconocí las paredes y el lugar. Casa de una amiga a la que tuve a bien llamarle en mi malacopeo y proponerle acostón. Ella dijo bueno ven, yo fui, tuve el descaro de soplarme un wiski más, desnudarme y quedarme jetón, ohh sí, si se trata de cagarse fuera de la bacinica, ese soy yoooo¡¡¡.

Bueno ya, ora quiero salir a echar trago en lunes, así de barbas.

domingo, 29 de marzo de 2009

Confesiones vecinales o te chingaron la macetita (ACTUALIZACIÓN)

Sin que el tigre me advierta

logro entrar en la casa

la fiera duerme:

Eduardo Lizalde

Llegó un vecino nuevo y brabucón al barrio. En realidad es un hijo e puta que se mudó un piso arriba del mio pero en el ala contraria del edificio, lo que significa que si abrimos la ventana nos vemos de frente, el hacia bajo yo hacia arriba.

Se queja con todos y por todo, que si gritas cuando coges, que si huele mucho a marihuana que si apesta a tabaco, que el edifcio vive en la parranda, que bájale a tu desmadre, que esto quelotro. Hace unas semanas se paró unos putazos con el del 4, en realidad fue una escaramuza corporal que no fue más allá de las agitaciones y los roces.

Se vuelve necesario aclarar que, efectivamente el edificio es todo eso y más, pero que ese néctar vecinal, esa amalgama de adicciones, forma un equilibrio, una burbuja placentera y reconfortable que el señor Quejas ha despedorrado con sus cuestiones mundanas. ¿Acaso hay quien no puede dormir sólo porque el vecino tiene un concierto en forma? más aún, ¿Eso importa?

Se ha quejado de mi música un par de veces, ayer se gritoneó con la vecina, "pero si sos toda una puta" le dijo, (y es más que la verdad, pero eso no debería ser una queja, sino un agradecimiento) y cuenta la leyenda aún más cosas horribles, cosas de sangre y brebajes y aullidos (naaa, pero se oye chido).

Pero ese hombre duro, ese cabrón, ese revientahocicos, esa cuna de alaridos, tiene un gusto, un amor, una debilidad. Se trata de tres macetas que cuida mas que a su culo. Las pone al sol por las mañanas y noches pa que les de el fresco. Las mima y les canta rolitas con voz cuasiangelical chingame el oido.

Hoy, hace unas horas, una de las tres macetas desapareció. Sr. Quejas pegó el grito en el cielo, mientras esto escribo, él aún indaga con una vecina. Se pasea por el edificio como perro, pegando la nariz a las puertas, dejando su aliento de venganza, se frota los nudillos, yo lo se.

No tardará mucho en dar con la maceta en el depósito de basura, hasta el fondo, muy al fondo pero alcanzable para quien busca la verdad. El culpable dejó caer tierra y la tierra tiene las huellas de mis zapatos. Así de barbas.

ACTUALIZACION

El asunto está así: hoy a media mañana apareció en la sala mi depa una pelota de tenis. Así sin más, una pelota de tenis que entró por la única ventana abierta, sin romper nada, casi pude imaginarla rodando desde el depa de Quejas hasta el mio, rodando suavecito y paciente, bajando las escaleras con un bote controlado pa decirme, ya sabemos que eres tu. ¿¿Qupe hace una puta pelota de tenis en mi salaaaa¡¡¡????

miércoles, 25 de marzo de 2009

Manual de Preferencias Sexuales, mamá no leas esto, hermana, puede darte asquito, abue, no es cierto

Me gusta el sexo al atardecer. Los mejores momentos con una mujer desnuda los he tenido cuando el sol está por despedirse. Mi temperamento sexual es completamente vespertino, así como mi temperamento literario es noctámbulo o mis neurosis diurnas.

Hay un momento en que la tarde forma un paréntesis de tiempo, un limbo, una levedad. Y nada es comparable a enredar mis piernas con las suyas atrapado en esa ligereza.

Me gustan las tardes, los olores, el aliento, los condones texturizados, las rodillas, los chones de algodón, los orgasmos pequeños que nos arrancan un suspiro y los grandes orgasmos que nos revientan el pecho, los dedos, la barbilla, el jazz, el vino tinto que colorea de escarlata los labios y predispone al cuerpo para el mimo; morder los dientes, robarse la mirada de la cómplice en el más clandestino de los instantes, la boca fría, las ventanas abiertas, hablar.

En ocasiones me gusta reir. Coger me provoca la más sincera de las felicidades, una alegría desbordada que más de una vez me ha orillado a la carcajada a mitad del acto. Me gustan pocas posiciones por vez, prefiero el placer de agotar una posibilidad que el placer de la aventura, prefiero hacerlo en una cama por encima de todas las cosas y, de ser posible, dejarme , dejarnos, alguna prenda puesta.

Digo todo esto porque hoy por la mañana pensé que en realidad soy más aburrido de lo que quisiera, me encantaría que me gustara dar nalgadas o máscaras de cuero o sexo virtual o al aire libre, o ya de perdis me gustaría que me gustaran las posiciones exóticas con patitas levantadas o caderas retorcidas, pero nee, nunca me contratarían ni pa peli porno ni pa latin lover, chale, así de barbas.

domingo, 22 de marzo de 2009

La vida que pasa

"Qué hago aquí,
en esta intimidad de brújula
al este
de un barrio sin futuro.
Qué hago aquí,
imaginándote
sílaba a sílaba
deletréandote
hueco a hueco.
Debajo de mi insomnio
parece que hace guardia un coche fúnebre"

José Antonio Padilla


"Para Eric, estos poemas áticos, por la amistad, por el placer de habernos conocido, un abrazo de José Antonio Padilla, Sevilla, oct-26-07". Así reza la primera página de mi ejemplar de Noches áticas del poeta malagueño José Antonio Padilla, quien obtuvo, entre otros, el premio de Poesía joven de Salamanca, una dintinción que muy pocos tienen el honor.

Conocí a Padilla la noche de un miércoles en un bar del barrio de Triana en Sevilla, minutos antes de que arrancara la tercera jornada del Segundo Reciltal Chilango Andaluz. Para mí, era en realidad la primera noche del evento, porque las del lunes y martes me había tocado presentarme y, entre los nervios y el cambio de horario, hasta esa noche inició la verdadera fiesta, el placer de escuchar la palabra de los otros, la presencia del verso en el escenario, el castellano andaluz como una ese que corta el viento, los licores al igual que las mujeres, de sabor conocido pero apellido extraño.

Y no necesité más de un par de poemas para saber que Padilla era el mejor del recital. Un poeta bragado, con los tamaños para silenciar la euforia de una cincuentena de escuchas desbordados, vikingos entusiastas de la letra. Y Padilla calmó a la horda con esos magníficos aforismos de su libro Colección de Olas:

"
Ya sabes, cuando las raíces tienen dolor, las flores tienen artritis"
"Todo lo que tiembla, es algo que ya ha temblado"
"Cada piedra es una idea embalsamada de Dios"
"La imprecisión, es una precisión más leve"
"La mediocridad es un spam"
"Se quitó el sujetador, abrió la puerta de su confitería"

Después siguió con versos mas elaborados que no dejaron de asombrarme. Antes de charlar con él y brindar y decir esas cosas que uno les dice a los poetas que envidia y admira, antes que eso, supe que Padilla, además de todo, no podía ser mayor que yo por mucho. Y efectivamente no lo era. Apenas uno despues de los treinta pero sus versos habían recorrido ya, muchos calendarios, y pese a ello no tenían el tufo de lo añejo, sino el vrtuosismo de la renovación.

El Feisbuk me dio hoy la noticia de su muerte, a los fatídicos 33, víctima de un cáncer. He comenzado a enterrar poetas y amigos. La vida a veces no me gusta.
Aquí un poema:

Nocturna palabra

a José Antonio Padilla
Bajo cada palabra dicha
yace otra palabra dormida,
tímida pudorosa
agazapa su forma o disfraza
los ecos que la hacen sonora,

por eso Muerte es también
Silencio,
y los mudos o sordos nunca
confunden Olvido con Viento

domingo, 1 de marzo de 2009

La tinta y la red

"La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer"
de Altazor, Vicente Huidobro


Desde hace años algunas voces proféticas o plumas de oráculo previeron la desaparición de la prensa impresa, de los diarios en papel revolución que tan desenfadadamente colorean los dedos con el carboncillo de la nota diaria. Las posibilidades de que esto realmente sucediera, a diferencia de otros pronósticos mortuorios (como aquellos que anunciaban la desaparición de los libros, o de las novelas impresas, por ejemplo) tienen bases más o menos sólidas, y al día de hoy, ya puestas en marcha.

Si el libro no ha sucumbido del todo ante la computadora, se debe en parte a que su contenido rara vez está pensado para consumirse en un tiempo caduco, o bien, la velocidad para trasmitir y actualizar la información no es su objetivo primario. Una novela puede permitirse un estancamiento de 10 años en imprenta sin alterar su valor.

En cambio, cuando el negocio consiste en vender información expedita, la tinta y el papel se antojan decimonónicos, y más aún, costosos. La crisis económica aceleró el proceso. 10 por ciento de los diarios en el gringou se han declarado en quiebra. Por supuesto, hay inversionistas dispuestos al rescate (Slim es hoy el segundo accionista del Times) bajo sus condiciones, y estas exigen la apuesta sobre las nuevas tecnologías.

Cené con una amiga que trabaja en ventas y publicidad de conocido diario y me contó que los tirajes se reducen paulatinamente, y que no llegaremos al 2025 con diarios impresos. La frase me pareció aventurada, pero aún así, me provocó vértigo y suspendí la cerveza para empezar con los tequilas.

Y es que si la Información Minuto a Minuto que ofrecen algunas agencias me pone los pelos de punta, no imagino un panel de segundo a segundo con cincuenta casillas temáticas e imagen en tiempo real.

-Isteri no pinches mames, eso del panel con cincuenta casillas segundo a segundo ya existe, en qué mundo vives. Me dijo la muy maldita y se refinó su caballito de una sentada.
-Chale, pos ya ves, uno que es poeta de a peso, todavía hace versitos con pluma vic o delineador de labios, según sea el caso reina.
-No seas wey, también ya hay maquinitas que te ordenan las palabras y los pensamientos, cuasi que casi te hacen los versos solitos...
-Naaa, te cae?
-Símon Isteri, Así de Barbas.

lunes, 23 de febrero de 2009

Disco Taxi Diller

Días en que el ocio y la esterilidad
cubren las cosas
como un polvo finísimo
Eduardo Lizalde

La madrugada del viernes pasado abordé un taxi. Era un vocho ecológico con luces de neón por dentro y fuera, sonido de altas fidelidades, vestiduras de piel, dvd, una esfera de cristal de esas de disco ochentera de cuando Madona era virgen y John Travolta en el piso daba vueltas.* El chafirete, tipo de no más de 1, 57 (usaba dos cojines palcanzar los pedales), cabello corto, guantecito de piel en mano a la palanca, gorra Naik y demás artesanías de la modernidad, me abrió la puerta con mucha cortesía:

Hola, buenas noches, a dónde te llevo. A eje cinco, respondí, y no acababa de decir aquello, cuando, (usté perdone el lenguaje de experto que a continuación utilizaré, estimado y barbón lector) detecté que en ese auto alguien lestaba quemando las patas a Satanás, lestaba prendiendo fuego al regalo de reyes, jugaba canicas con la divinidad, sembraba humo pa obtener vida, fumaba mota pues.

-Ora ora, ya no son estas horas de fumar solo.
-Uy joven, es que lo vi muy fresa, por eso lo apagué, pero con gusto le damos.

Pero yo, barbones lectores, que he visto los comerciales de Mucho Ojo, dije este malandrín de seguro me quiere: a) asaltar b) follar c) vender drogas. Y tras medio segundo de sesuda reflexión (en el cual evalué las consecuencias, si me asaltaban pos no me quitarían mucho, si me follaban, tampoco me quitarían mucho, jejeje, y si me vendían drogas, pos las compraba) le di un par de caladas al cigarrillo y segundos después avenida de los Insurgentes fue música color y serenidad.


Stevie Wonder de fondo, mis oídos saturados:
- Que buen sonido caaab, que buen sonido me cai, y que buena yerba
-Uy, pero no sólo traigo yerba ira...

Y sacó de una meletita varias bolsitas de coca, tachas, piedra. Oraaaaaleeeee pero si eres todo un pinchi Disco Taxi Diller pensé pa mis adentros, aunque guardé la compostura y me limité a preguntar precios.

El taxímetro marcó 25 pesotes, pagué 50. Así de barbas.

*Calle 13 "Electromovimiento" del Disco, Los de atrás vienen conmigo

miércoles, 11 de febrero de 2009

Estar en el mundo

Conocí a una señora de 102 años que iba acompañada de su hijo nacido en el 36. Ambos, con la piel surcada y la mirada viva, bebían pulque blanco en un buen changarro de la colonia Obrera. Caí al sitio por obra de algunos azares alcohólico-políticos y de pronto me encontré escuchando a la doñita centenaria platicar sobre la herida en su frente, impronta de una batalla cuando el general Villa. Después contó anécdotas sobre el otro general, Cárdenas, y más tarde habló sobre la importancia de la política, de la tierra y de la vida. En ninguno de los temas abundó porque prefería apurar el contenido de su vaso.

Para el pulque soy muy pendejo. Me bebí un litro de Curado y diez minutos más tarde salí a vomitar el árbol del vecino. Me fui a casa sin despedirme de la banda y al llegar a mis canábicos dominios, zaz, otra sesión de pulque abandonando esta trompita que se han de comer los gusanotes (ni eso, que me quemen, que me quemen¡¡).

Ya repuestito, decidí sentarme un rato a la taza, nomás con intensiones de leer y como profilaxis ante la posibilidad de que apareciera de nueva cuenta Mister Curado. Fue entonces cuando vi que tenía una edición de El Pais sobre la caja del wc y me puse a leerla. Leí una entrevista a José Antonio Fortea, exorcista.

Pepe Toño Fortea es uno de los sacerdotes más acá en España, (y se preguntarán ustedes, barbones lectores, qué chingaos es un sacerdote acá) lo que quiere decir es que le rompe su madre a todos los demonios (comprobado), multiplica panes (en análisis) y cena diaro con doce cabrones a la mesa (comprobado).

Fortea asegura que el pedo con el exorcismo radica en que hay hartísima cantidad de demonios, cada uno con carácter, forma tamaño maña y poderes distintos, pero que nomás es cosa de no amilanarse, aplicar las oraciones y las goyas en el momento preciso, perseverar, mantenerse en la pureza más pinche pura, pa que el maligno sepa que el rival no se anda con debilidades, y de pronto, pum, sale la chingadera invasora y las campanas de la iglesia más cercana tocan Las golondrinas.

¿Y el vómito verde?

viernes, 6 de febrero de 2009

Canción para no temer a las arañas

Los amantes a menudo
son nada,
es el ansia que los borra y
separa,
un ímpetu caliente
como el resplandor de una luciérnaga
sin alas,
arden venas y murallas
es más roja la sangre de los
que se besan,
si las piernas rozan
rezan música de grillos,
cantos de cuna
himnos de guerra
tambores de anuncio en kilómetros
de asfalto, cal o berza;

los amantes a menudo piensan
que no existen, y esto es cierto
nadie los mira
el diablo los ignora
estamos solos, dice ella
como los alacranes
o los tules
o las vírgenes octogenarias,
estamos solos porque
sólo estamos,
con los vellos más oscuros
engarzados,
nadie nos escucha, dice él
nadie,
el estruendo de tu cuerpo, apenas
un murmullo en conferencia de sordos,
nos hay testigos para esta
ca
i
da disfrazada de delirio.
Ddlirio;

el fuego es el deseo primero,
después tu cuerpo
y más tarde tu cuerpo otra vez,
sinónimo incansable
eres de vapor
y de todos lados,
apareces en cualquier sitio
como estas letras que
dibujan tu llamado,
los amantes a menudo
extravían sus nombres y se
llaman a sí mismos
polen o cicuta,
hallazgo o tormenta,
nadie imagina que el roce de los cuerpos
es la madre del olvido,
eres el nombre que ya no sé,
un recuerdo constante
multiplicado por cien y cien
veces más hasta todo abarcarlo,
enigma de carne eres,
caligrafía de lengua milenaria
que celosa oculta el pasado,
de alguna forma todo el
polvo es tiempo y todo
tiempo es un nosotros,
quiero hallarte días atrás
primaveras atrás,
otoño tras otoño hasta descifrarte
en los ojos de todas
las mujeres del mundo,
pesquisa fragmentada en el
aire,
como esquirlas del recuerdo
que me explota,

los amantes
emanan el terror más cotidiano,
ejercen miedo al caminar
por el traspatio,
al envolverse con el pánico
sudario,
viven beben babean el miedo
a perderse y perdérselo
con ello todo,
quienes juntos amanecen son
la simiente de un árbol de
ausencia,
fruta de otoño que muere
en la garganta,
cáscara y aullido
dátil e incertidumbre
duerme cariño duerme,
ríe cariño ríe,
quizá el sueño y la boca permanezcan,
únicos,
sin más nada
suspendidos en el aire
evidencia de que fuimos
¿qué fuimos?
bola de nieve tregua constante
furia en la tierra guiño rapaz
ojo sin párpado guirnaldas
en la sien de cien cabezas sin
su cuerpo;
los amantes comúnmente
decapitan calendarios para que
no lleguen los días,
y los perros se muerdan el rabo
siempre sin parar siempre,
hasta que nada empiece y nada
concluya, un estar efímero
como aullido
de perro que sigue
siempre sin parar siempre,
como los amantes
un aullido
un estar efímero.

lunes, 26 de enero de 2009

MUAC¡¡¡

La razón por la que existen varias formas de pasta (fusilis, espaguetis, tallarines) echas con la misma harina se debe a que es precisamente la diferencia de la forma lo que cambia el fondo, el sabor. Nuestras papilas gustativas reaccionan de distintas maneras ante las texturas y geometrías que nos llevamos a la boca. La lechuga por ejemplo, no sabe a nada, pero el placer de comerla radica en el crash que provoca en los dientes.

Por eso no es lo mismo besar labios de carnocidades generosas que labios delgaditos o chuecos (como de almeja, diría
la amá hurón) o lenguas largas o cortas o con pircin. No se qué piensen refinados lectores, pero besar cuando se está enchilado (con chile) es la mera explosividad, dos emociones agitaciones intervenciones que tu boca tiene que resistir al mismo tiempo. Es lindo, aunque se necesita práctica para no Moquear.

Ante la mamarrachería del gobierno panista y su fallida intentona ya por todos conocida, estaba pensando en la posibilidad de un performans besucón, algo como una cadena de besos, pero el asunto tiene algunas imposibilidades técnicas. Bien a bien sólo se puede besar a una persona a la vez, por lo que no hay posibilidad de que la interacción crezca. En el sexo, por ejemplo, se me ocurren varias formas de hacer una cadena interminablemente divertida y solidaria para manifestarnos por la paz (jeje), pero los besos son un reto de otra naturaleza.

En realidad estaba pensando en convocar (estaba, ya no, así que NO estoy convocando a nada porque me da hueva) a que la banda se grabara besándose de manera infractora según el Manual de Carreño (¿habla de eso Carreño?), o sea de preferencia, con lenguita al aire y soundtrac tronadón, manita pudorosa pero coqueta, en fin, ustedes saben, que nos regalaran en video 5 segunditos de su valiosa pero inofensiva intimidad, para juntar un putero de besos (se podría participar sin límite de envíos) y hacer algo lindo con ellos, un video para el Gober de Guanajuato. Sería una lección moral, pero también muchos agradecerán el favorcito de pedirle el beso a quien train en mente, no se hagan pendejos ni se ruboricen mientras esto leen.
-Ven, para la trompita que aitevoy, eso digan, sin pena, y pónganse de pinchis besucones en lugar de andar de ociosos, así de barbas.

lunes, 19 de enero de 2009

Tres momentos: azul


1

La única dicha de volar durante medio día para cruzar el Atlántico son las 3 o 4 horas en que sólo hay agua a nuestros pies. El azul del mar bajo el azul del horizonte y nada más. Algo parecido sucede cuando estamos en el mar, rodeados por el abismo oceánico y la profundidad etérea.

El azul es el color de los meditabundos, espectro de luz necesario para rejuvenecer los tedios de la melancolía o silenciar la furia de la esquizofrenia, la ira de los dioses. Al menos eso creían los primeros estudiosos de la enfermedad atrabílica, al menos eso creen los que hacen la ropa de hospital (estarían chidos unos cubrebocas fluorescentes).

-Por qué el pato purific es azul (o verde, que se ve pésimo) y no rojo o qué tal rosa? ¿Cómo se vería el contenido de nuestra entraña flotando en un bello rosa mexicano?

2

En las calles cuando camino, en los bares cuando me estoy parando el pedo, en los taxis cuando recito poesía, en la peluquería mientras charlo de física cuántica, la gente me pregunta, Don Isteri, quién es tu artista plástico preferido, y yo respondo, qué barbaridad, qué pregunta es esa, como si el mundo estuviera para andar hablando de artistas plásticos.

Y siempre termino hablando de Yves Klein, del azul de Yves Klein, un azul creado por él, un azul hermético y atrayente y silencioso con el que coloreó París en un sinnúmero de intervenciones artísticas en lugares públicos. Si tuviera que elegir entre las decenas y decenas de pinturas que me encantaría ver diario en mi casa, una de ellas sin duda pertenecería a las Antropometrías de la epoca azul, cuyo proceso creativo es además muy interesante:




3
Daltonismo

Todo lo veo en azul:
el mar tus ojos y el miedo,

verbigracia:
el terror es un tapete de aguamar a medio
flote, el azul de la hipocondría es
tenue, como el velo de la falsa muerte,
azul de plomo la claustrofobia y azul
con patas
el miedo a las arañas,
acalorados de sí, los amantes despliegan
abanicos de múltiples azules,
y los curas, psiquiatras o abstemios
se visten color cielo por las noches.

sábado, 10 de enero de 2009

Regalé mis libros (no es cierto)

"Cuando Dante caminaba, la gente le tiraba piedras,

pensaban que en verdad, había estado en el infierno"

José Emilio Pacheco


Leer era la mejor forma de fantasear que por mucho tiempo tuve, leer era la mejor forma de nutrirme para escribir y para seguir leyendo; hasta que descubrí el helado de maracuyá, o los bares en lunes con glen livet o ver la luna llena con lentes de sol o manejar dando vuelta sólo a la derecha o las cucharadas de salsa tamazula mientras suena Nina de fondo o los espejos a media noche o los taladros haciendo huecos sin parar, o las especias italianas sobre aceite de oliva con ajo y el sonido del sarten tras la caída del pimiento, y los perros ajenos, sobre todo los perros pobres y flacos y tristes, y las miradas furtivas de las nueve en el autobús y los tiros con efecto en el boliche y la mirada lateral de las palomas blancas, y la mirada lateral de las palomas grises y en general la mirada como de reojo de todos los animales, y de paso todos los animales, o la mayoría de ellos; antes me nutría de leer, pero descubrir a los animales me hizo menos dependiente de la lectura, Balzac no podría competir contra mi piraña rastreando un pececillo, o contra los armadillos o la textura de las cochinillas o una ballena de 7 metros pasando por debajo de tu pedorra lanchita o una tarántula sobre tu rostro o sobre otro rostro y en general también cualquier rostro con pómulos de durazno o mejillas de canela; me gustan los rostros que miran como queriéndote encontrar la nuca o un horizonte desconocido, los rostros en las mañanas de domingo o en los puestos de periódico, y ver lsa fotos de los periódicos, sin leerlos, en las noches en que me siento solo a la mesa y ceno plácidamente en mi casa y nomás estamos el silencio y un servidor, oliendo el tiempo, porque el tiempo no se ve pasar, se huele, pongan atención y ya verán.



Así de barbas.