viernes, 8 de agosto de 2008

Yo, bloguero

Para que pueda ser

he deser otro, salir de mi

buscarme entre los otros

los otros que no son

si no yo existo los otros

que me dan plena existencia

Octavio

Hace unos meses decidí que quería conocer la voces tras el teclado, la miradas que se reflejan en el monitor. Había decidido conocer a los blogueros que leía, a quellos a quienes podría reconocer por sus comas y acentos, pero sería incapaz de distinguir si me los topase en el metro o en alguna cantina.

Sí, lo acepto, es un poco de egoísmo y egolatría (dis.fra.za.da.de.un.no.se.qu.e.ti.po.de.or.gu.llo.) aceptar que yo inicié el numerito. Un par de mensajes por msn, y de pronto un día, de la nada, las relaciones virtuales (relaciones TELMEX, como me gusta llamarlas) encarnan en un par de cervezas y diez pares de piernas que transfoman la noche en un simpleza.

Una reunión de blogueros que no se conocen es una cosa bella (píntenme pito por la cursilería). Es como bajarse los pantalones la primera vez, o ir al cine acompañado a ver una película que ya habías visto solo, o subirte al metro y coger la dirección contraria por accidente y aún así, llegar hasta la terminal; eso es una reunión virginal de blogueros.

Si Cortázar creía en los Famas y en los Cronopios, yo creo en las Fiestas y en las Soledades. Una reunión de blogueros es un encuentro de Soledades que terminan formando una Fiesta. Y cada jueves de cantina las Soledades llegan en mayor número aunque con métodos discretos; por lo general son invitados por otras Soledades, ñpero muy pronto adquieren autonomía y se incorporan y extienden sus tentáculos y comen tortas contigo y beben chela a tu lado y cada jueves son más y yo no se que putas pasa y hola te presento a tal y mi blog es taly tengo un perro qu se llama así y mi novio me dejó asado.

En este momento de mi vida, mi madre o mi padre o mi amigo de la infancia, serían las personas más incapaces para escribir mi biografía. Antes creo, habría que remitirse a mi blog, y a una entreviste a los presentes de los juebebes.

No abusemnos de la palabra escrita, cuando están los jueves. He dicho. Así de purititas barbas¡¡