lunes, 19 de enero de 2009

Tres momentos: azul


1

La única dicha de volar durante medio día para cruzar el Atlántico son las 3 o 4 horas en que sólo hay agua a nuestros pies. El azul del mar bajo el azul del horizonte y nada más. Algo parecido sucede cuando estamos en el mar, rodeados por el abismo oceánico y la profundidad etérea.

El azul es el color de los meditabundos, espectro de luz necesario para rejuvenecer los tedios de la melancolía o silenciar la furia de la esquizofrenia, la ira de los dioses. Al menos eso creían los primeros estudiosos de la enfermedad atrabílica, al menos eso creen los que hacen la ropa de hospital (estarían chidos unos cubrebocas fluorescentes).

-Por qué el pato purific es azul (o verde, que se ve pésimo) y no rojo o qué tal rosa? ¿Cómo se vería el contenido de nuestra entraña flotando en un bello rosa mexicano?

2

En las calles cuando camino, en los bares cuando me estoy parando el pedo, en los taxis cuando recito poesía, en la peluquería mientras charlo de física cuántica, la gente me pregunta, Don Isteri, quién es tu artista plástico preferido, y yo respondo, qué barbaridad, qué pregunta es esa, como si el mundo estuviera para andar hablando de artistas plásticos.

Y siempre termino hablando de Yves Klein, del azul de Yves Klein, un azul creado por él, un azul hermético y atrayente y silencioso con el que coloreó París en un sinnúmero de intervenciones artísticas en lugares públicos. Si tuviera que elegir entre las decenas y decenas de pinturas que me encantaría ver diario en mi casa, una de ellas sin duda pertenecería a las Antropometrías de la epoca azul, cuyo proceso creativo es además muy interesante:




3
Daltonismo

Todo lo veo en azul:
el mar tus ojos y el miedo,

verbigracia:
el terror es un tapete de aguamar a medio
flote, el azul de la hipocondría es
tenue, como el velo de la falsa muerte,
azul de plomo la claustrofobia y azul
con patas
el miedo a las arañas,
acalorados de sí, los amantes despliegan
abanicos de múltiples azules,
y los curas, psiquiatras o abstemios
se visten color cielo por las noches.