Lo verdaderamente jodido
no son las hamburguesas
con el adn de mil reses,
ni el refresco de cola que sabe
precisamente a eso,
ni las papas desalmidonadas
ni esa eme amarilla
estandarte de avenidas
sin sentido,
lo verdaderamente jodido
somos tú y yo,
comiendo una cajita infeliz
la tarde de un otoño con espinas
cuando dibujaste con vaho en la
ventana la palabra
olvido
y el estúpido payaso que no
paraba de reír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario